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Historia del Orgon

Historia del Orgon


El invento del orgonite se atribuye al doctor Wilhelm Reich (1897-1957), Quien descubrió una energía presente en todas partes, que él llamo orgon, y esta puede estar ordenada POR o desordenada DOR, teniendo según esta polaridad, efectos buenos o malos sobre los organismos vivos.

Entre 1930 y 1940 el doctor Wilheim Reich fue capaz de detectar la existencia de la energía etérica a la cual llamó orgon usando un medidor de geiger para medirla. Este doctor se percató en sus experimentos que alternando diferentes capas de fibra de vidrio que es orgánica y fibras metálicas inorgánicas se creaba un campo etérico medible de considerables dimensiones. Comprobó que estos campos influían muy positivamente en la salud física y sicológica de aquellas personas que entraban en ellos.
Reich construyó su laboratorio e hizo estudios sobre esta poco común fuente de energía etérica . En estos estudios, aplicó la creación de campos de orgón a zonas afectadas por una gran contaminación electromagnética como son las centrales nucleares, térmicas, estaciones de telefonía, torres de alta tensión, neveras, televisores, ordenadores, etc. Reich pudo comprobar con ello que estos campos de orgon eran capaces de trasformar la energía negativa etérica que despedían estos lugares (dor) necesariamente negativa para la salud humana, y reciclarlas en energía etérica positiva saludable.
En 1986 científicos de la Universidad de Marburg en Alemania publicaron resultados sobre un estudio ciego en el que se demostró que los tratamientos con orgon durante tan sólo 30 minutos tenían un impacto positivo en la salud humana.

Ya en el año 2000, Don y Carol Croft se han convertido en los abanderados de esta nueva forma limpia de energía etérica por todo el mundo. Ellos contribuyeron a la fórmula original, aportando al compuesto la inclusión de cristales de cuarzo, que con sus propiedades piezoeléctricas, el mismo queda polarizado creando un campo etérico poderoso a su alrededor, que re polariza constantemente las cargas negativas DOR, que llegan al orgonito, por lo que se convierte en una auténtica fábrica de campo de punto cero, de trasformación de energía dañina en energía altamente positiva